Peste Porcina Clásica (PPC)

Plan Nacional Sanitario Porcino del Paraguay.

Mantención de Estatus Sanitario Libre de Peste Porcina Clásica ante la OIE.


La Peste Porcina Clásica (PPC) en el Paraguay es una enfermedad de declaración obligatoria dese el año 1921, mediante la Ley de Policía Sanitaria Animal 494/ 1921. 
Las primeras medidas sanitarias de control se establecieron a partir del año 1967, con la primera aparición de la enfermedad en el país, orientándose principalmente hacia el control de focos. 

El Decreto N° 3283 del año 1969, Instituyo la Campaña de Lucha Contra la Peste Porcina Clásica en donde se estableció la vacunación, además se establecieron normas sanitarias para el control de la enfermedad, en especial el sacrificio de los cerdos enfermos y su eliminación. 
En el año 1976 se elaboraron las primeras dosis de vacuna con Cepa China, Misión Técnica China y Facultad de Ciencias Veterinarias, con la cual se instituyen el seguimiento de las campañas de vacunación. 

En el año 1991, el Programa de Control de la PPC sufre un cambio importante en el aspecto gerencial del manejo, ya que hasta este año era manejado por el MAG Ministerio De Agricultura Y Ganadería, pasando a formar parte de los programas sanitarios del SENACSA, disponiendo el mismo de recursos específicos para la aplicación de las medidas sanitarias aplicadas en esos tiempos. 

Desde el año 1992 al 1995 se reducen gradualmente los focos de PPC, siendo el último foco reportando a la OIE en junio de 1995. 
A partir del año 1998, se establece el Programa Nacional de Erradicación mediante los Decretos N° 21788 y 21946 de 1998, teniendo como principales componentes, la vacunación y su registro periódico y sistemático, de acuerdo a las características epidemiológicas productivas de cada zona, utilizándose la vacuna a virus vivo liofilizada “Cepa China”, y vigilancia epidemiológica, donde se dio mayor énfasis a la notificación y atención de sospechas de la enfermedad y el fortalecimiento del diagnóstico laboratorial. 

En el año 2000 se suspendió la vacunación anti PPC en la Región Occidental y en todo el país en el 2010. La suspensión de la vacunación fue un factor determinante para el proceso final de erradicación. Dicha acción eliminó la interferencia en el diagnóstico serológico para la correcta interpretación de los resultados en la vigilancia epidemiológica que la vacuna estaba ocasionando. Asimismo, al dejar la población en completa susceptibilidad se fortalece la detección clínica de la enfermedad mejorando la detección precoz y la respuesta temprana.

En mayo de 2013, la OIE agrego a la PPC a la lista de enfermedades de reconocimiento oficial del estatus sanitario. A partir de esta decisión, el Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Animal (SENACSA) teniendo en cuenta la ausencia de casos clínicos por más de 20 años, y la ausencia de vacunación desde el 2010, estableció un plan de acción específico para completar las evidencias necesarias para la obtención del estatus de país libre de PPC ante la OIE. 
A través del Programa Nacional de Erradicación, SENACSA había establecido estrategias bien definidas para consolidar su estatus sanitario, con la implementación de un sistema de Vigilancia Epidemiológica (activa y pasiva) que permitió determinar el estado epidemiológico de toda la población porcina y su pronta detección en caso de su reintroducción y aparición. 

Para el proceso y determinación de los diagnósticos correspondientes en el laboratorio central del SENACSA, cuenta con las técnicas de Elisa de Anticuerpos para PPC y PCR-técnica molecular y otras enfermedades limitantes para el comercio, establecidas a estándares internacionales y de calidad-ISO 17025.

En el año 2015, se realizó una investigación clínica seroepidemiológica para la demostración de ausencia de circulación del VPPC (Virus de la Peste Porcina Clásica). Se siguieron las directrices descriptas en el artículo 15.2.28 Estrategias de vigilancia de la Peste Porcina Clásica del Código Sanitario para los animales terrestres de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), estableciendo las bases científicas suficientes para demostrar la ausencia de la enfermedad en todo el país. Con anterioridad se habían realizado estas investigaciones, en los años 2012, 2013 y 2014. Las evidencias que entregan estas investigaciones, en conjunto con las proporcionadas por todo el sistema de vigilancia, son útiles para que los organismos internacionales y los socios comerciales dispongan de información validada y confiable del real estatus sanitario con respecto a esta enfermedad, con el propósito del reconocimiento internacional de dicho estatus, como también para la apertura de nuevos mercados de la carne de cerdo, facilitando en ese sentido las negociaciones para las exportaciones.

Conforme a los resultados obtenidos en el proceso de erradicación de la enfermedad, entre los años 2015 y 2016 en particular, a la ausencia de casos clínicos de la enfermedad por más de 20 años, a que no se practica la vacunación anti PPC, y a los resultados negativos de las investigaciones clínico – seroepidemiológicas realizadas para descartar infección del virus de la PPC, en el marco de las directrices y recomendaciones de OIE, SENACSA como autoridad sanitaria animal considera que se han reunido todos los requerimientos y disposiciones del Capítulo 15.2 y el Articulo 1.6.10 del Código Terrestre de la OIE, por lo que la República de Paraguay es “País libre de Peste Porcina Clásica”. De acuerdo con la Resolución N°29 (85a Sesión General de la Asamblea Mundial, mayo de 2017) y su reconfirmación anual de acuerdo a la Resolución No.22 (87ª Sesión General de la Asamblea Mundial, mayo 2019) Paraguay integra la lista de Países Miembros reconocidos libres de Peste Porcina Clásica.

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El servicio veterinario oficial dispone actualmente con los recursos humanos y financieros adecuados para garantizar la sostenibilidad de las acciones de prevención y de esta manera sustentar el estatus sanitario País libre de Peste Porcina Clásica obtenida en el año 2017. 
Actualmente la vigilancia de la Peste Porcina Clásica se ejecuta dentro de un marco programático que es continuo y sistemático destinado a demostrar la ausencia de infección por el virus de la peste porcina clásica en el país. El muestreo tiene como objetivo fundamental el de mantener el estatus sanitario de País libre de PPC, que otorga al país las garantías científicas y técnicas para el comercio nacional como internacional de nuestros productos porcinos.

 

Peste Porcina Clásica


La peste porcina clásica, también conocida como cólera porcino, es una enfermedad vírica contagiosa de los cerdos domésticos y salvajes. Es causada por un virus que se encuentra estrechamente relacionado con los virus causantes de la diarrea viral bovina en los bovinos y de la enfermedad de la frontera en los ovinos. Hay un solo serotipo del virus de la peste porcina clásica; la enfermedad figura en la lista del Código Sanitario para los Animales Terrestres de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) y es de declaración obligatoria a la OIE (Código Sanitario para los Animales Terrestres de la OIE). La enfermedad suele ser fatal para cerdos recién nacidos.

Importancia

Se producen pérdidas de animales como consecuencia de la alta morbilidad y mortalidad (50-90 %) y en reproductividad. Produce un alto impacto económico en los países afectados y causa pérdidas significantes debido al sacrificio e inmovilización de animales, al cierre de fronteras a cerdos vivos, carne fresca, productos elaborados con carne porcina no tratada, semen y embriones porcinos, y a los grandes costos de control y erradicación. No tiene repercusión en la salud pública, ya que no se transmite al ser humano. La ingestión de productos contaminados no supone ningún riesgo para las personas.

Patogenia

El único hospedador natural del virus es el cerdo, tanto doméstico como silvestre, aunque el virus es capaz de replicarse en otras especies animales. Los jabalíes pueden actuar como reservorios. 

Existen diversas vías de infección: 

  • Ingestión. 
  • Contacto con la conjuntiva (mucosas). 
  • Inhalación. 
  • Abrasiones de la piel. 
  • Inseminación (semen). 

Una vez en el animal, el virus se reproduce en las amígdalas (infección oral o nasal) o en los ganglios linfáticos regionales (vaginal, piel). Posteriormente el virus pasa a la sangre. 


Finalmente, se disemina por los órganos diana (bazo, ganglios, riñón, pulmón, médula ósea), donde se produce una nueva replicación viral y lesiones de carácter hemorrágico. 


Las principales vías de eliminación del virus son las secreciones oronasales y lacrimales, orina y heces. Una vez eliminado el virus, el animal puede convertirse en portador.

Síntomas y Lesiones

Periodo de incubación entre 2-14 días y cuadro hemorrágico generalizado que depende del estado inmune, la edad del animal afectado y la virulencia de la cepa. 


•Forma sobreaguda o hiperaguda - Síntomas: morbilidad y mortalidad muy elevada, letargia y muerte entre 24-48 horas tras la infección. - Lesiones: inespecíficas, congestión de pulmones, hígado y tracto gastrointestinal.

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•Forma aguda - Síntomas: fiebre, anorexia, letargia, hemorragias y cianosis en la piel, conjuntivitis, estreñimiento transitorio seguido de diarrea, vómitos ocasionales, disnea, tos, ataxia, convulsiones. Mortalidad próxima al 100 %. - Lesiones: petequias en órganos (riñones, vejiga urinaria, ganglios linfáticos, bazo, laringe, etc.), infecciones bacterianas secundarias.

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•Forma subaguda - Síntomas: similares a la forma aguda pero de menor intensidad, curso más lento, periodo de incubación más prolongado, tasa de mortalidad menor del 30 %. - Lesiones: similares a las de la forma aguda. Son características las úlceras botonosas o botones pestosos en intestino, áreas de necrosis circulares y concéntricas muy bien delimitadas, de unos pocos milímetros a varios centímetros de diámetro. 

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•Forma crónica - Síntomas: curso muy lento, periodos prolongados e intermitentes de fiebre y viremia, postración, apetito irregular, retraso del crecimiento, tos, diarrea, aborto, infecciones bacterianas secundarias, aparente recuperación con recaída y muerte. - Lesiones: enteritis difteroide difusa, úlceras botonosas en ciego e intestino grueso. 

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•Forma transplacentaria - Lechones nacidos muertos o débiles, momificaciones y malformaciones fetales, infección congénita persistente en lechones que sobreviven, convirtiéndose en portadores.

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Diagnóstico

La única forma de confirmar la PPC es enviando muestras al Laboratorio para el procedimiento de diagnóstico.

Prevención

Comunicar cualquier sospecha de la enfermedad a las unidades zonales del SENACSA o en la oficina central.
 

Toma y envío de muestras para diagnósticos

A continuación se muestra un video con 4 técnicas de extracción de sangre en suinos (yugular en adultos, yugular en lechones en posición decúbito dorsal, yugular en lechones en suspensión boca para abajo y de la vena coccígea media en adultos) para el diagnóstico de diversas enfermedades.