Encefalopatía Espongiforme Bovina

Programa Nacional de Prevención de la Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB)

 

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Desde el año 1.996 se encuentra vigente en el país el Programa de Vigilancia de La Encefalopatía Espongiforme Bovina, mediante la Resolución 381/96 del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), por la cual se incluye a la EEB como enfermedad de declaración obligatoria; En el año 2002 a través de la Resolución MAG N° 341 se declara a la EEB de interés sanitario y se encarga al Programa de Vigilancia de la enfermedad al SENACSA. 

El Paraguay, obtuvo la certificación de GBR Nivel I (Riesgo Geográfico Nivel I), otorgado por la Unión Europea y en el año 2006 el de “País provisionalmente libre de la EEB, por parte de la OIE. A partir del año 2008 hasta la fecha, la OIE ha certificado al Paraguay como “País con Riesgo Insignificante a la EEB”.

Normativas

Resolución 381/96 del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG)pdf.png, por la cual se incluye a la EEB como enfermedad de declaración obligatoria

Resolución MAG N° 341 se declara a la EEB de interés sanitario y se encarga al Programa de Vigilancia de la enfermedad al SENACSA

Encefalopatía Espongiforme Bovina - EEB (Vaca Loca)

La Encefalopatía Espongiforme Bovina, también conocida como la "enfermedad de la vaca loca", es una enfermedad progresiva y mortal del ganado bovino adulto, causada por una proteína anormal denominada “prion”, con un prolongado periodo de incubación que va de dos a ocho años o en ocasiones más. Se caracteriza por la degeneración del Sistema Nervioso Central (SNC), la cual se presenta con alteraciones de comportamiento, locomoción y sensibilidad; se encuentra en la lista de enfermedades que debe notificarse a la OIE, tal y como se indica en el Código Sanitario para los Animales Terrestres.  

Importancia

La hipótesis de que los priones de la EEB han sido transmitidos al humano, causando la variante de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (v-ECJ), está firmemente respaldada por estudios epidemiológicos y clínico-patológicos. La probable transmisión del prion de la EEB al ser humano, generó crisis en la salud pública durante los años noventa, aunque se destaca que, hasta la fecha, el número de casos clínicos identificados por la v-ECJ es bajo.

Transmisión

Se pueden distinguir dos formas de la enfermedad; la forma clásica que se produce en el ganado tras la ingestión de alimentos que contienen en su formulación harina de carne y hueso contaminado o uso de productos veterinarios que contengan órganos de mamíferos y la forma atípica, la cual se cree que aparece de forma espontánea en la población bovina. 

Síntomas

En general, el curso natural de la enfermedad es crónico, y los animales afectados presentan signos neurológicos progresivos, entre los más frecuentes se pueden observar: comportamiento nervioso o agresivo, depresión, hipersensibilidad al sonido, la luz y al tacto, temblores, postura anormal, falta de coordinación y dificultad para levantarse de la posición de reposo y disminución de la producción lechera.

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Diagnóstico

Se puede sospechar la presencia de la EEB a partir de signos clínicos. Hasta la fecha no existe ningún método que permita confirmar la presencia del agente de la EEB en los animales vivos.

El diagnóstico laboratorial se realiza a través de la histopatología y la confirmación del diagnóstico se puede realizar por las técnicas: inmunohistoquímica (IHQ) y  Western blot.

Prevención

Evitar la alimentación de Rumiantes con harina de carne y hueso.

Control de Importación de animales vivos, productos y subproductos de origen animal.

No existe tratamiento ni vacuna para esta enfermedad.

Se deben comunicar inmediatamente los casos de presencia de animales con síntomas nerviosos y los hallados muertos a la oficina de SENACSA, más cercana.