Anemia Infecciosa Equina (AIE)

Programa Nacional de Anemia Infecciosa Equina - AIE

AIE.jpg

A través del Decreto Nº 6419, POR EL CUAL SE REGLAMENTA LA LEY Nº 2.426 DEL 28 DE JULIO DE 2004, “QUE SE CREA EL SERVICIO NACIONAL DE CALIDAD Y SALUD ANIMAL (SENACSA).” En su TITULO II DE LA PREVENCIÓN, CONTROL Y ERRADICACIÓN DE LAS ENFERMEDADES DE ORIGEN ANIMAL, en cuyo  CAPÍTULO VI DE LA ANEMIA INFECCIOSA EQUINA Art. 19º.- Establécese la vigencia del Decreto Nº 17.757 del 17 de setiembre de 1975, “Por el cual se declara enfermedad contagiosa a la Anemia Infecciosa Equina (AIE) y se dictan normas sanitarias para su control”, y del Decreto Nº 9.965 del 8 de setiembre de 2000, “ Por el cual se instituye y reglamenta el Programa Nacional de Control y Erradicación de la Anemia Infecciosa Equina”, en todo cuanto no se opongan a la Ley Nº 2.426/04.

Anemia Infecciosa Equina - AIE

La Anemia Infecciosa Equina, es una enfermedad infecciosa causada por un virus, que afecta solamente a animales de la familia equidae. En ese sentido los animales susceptibles de contraer la enfermedad son los caballos, burros, mulas y cebras. Se caracteriza  por una presentación aguda con síntoma de crisis hemolítica severa que pueden causar la muerte y una presentación crónica donde se observan signos de anemia, fiebre intermitente, ictericia, edema y caquexia (desnutrición, deterioro orgánico, debilitamiento físico). En ocasiones se considera la "infección inaparente" en el cual los caballos se presentan clínicamente normales pero al mismo tiempo son portadores del virus. No existe predilección por la edad, sexo o raza. La morbilidad (cantidad de individuos que enferman) y mortalidad de la AIE, depende de la virulencia particular del serotipo viral, susceptibilidad propia de los animales expuestos y del manejo al que son sometidos.

Importancia

Radica en la rápida propagación del virus, lo que ocasiona gran cantidad de animales enfermos portadores y en ocasiones la perdida de ejemplares importantes tanto genéticamente como en aspecto deportivo o de trabajo

Transmisión

La transmisión es mecánica, mediante el contacto, transferencia o manipulación de sangre o productos de los animales enfermos. La transmisión más común es por medio de artrópodos hematófagos que actúan como vectores, entre los cuales encontramos el tábano y la mosca de los establos (Stomoxys calcitrans). Otra forma de transmisión es la iatrogénica (daño involuntario ocasionado por responsables de la salud), mediante agujas, instrumentos quirúrgicos, sondas nasogástricas, enseres de limpieza del animal y aperos, contaminados. La transmisión transplacentaria, calostral, lactal y venérea también han sido reportadas ocacionalmente.

Síntomas

La sintomatología consigna varias presentaciones:

a. Sobreagudo: presentación poco frecuente en la cual el animal muere súbitamente antes de presentar signos clínicos

b. Aguda: en esta presentación se asocia con la viremia inicial y usualmente ocurre dentro de la 1ª y 4ª semana post infección. Se observan; fiebre alta (por arriba de 41ºC.) e intermitente, depresión, falta de apetito, anemia, mucosas de tonalidad entre roja oscura a ictéricas (coloración amarillenta), petequias (puntos rojos) en las mucosas (especialmente en la lengua y conjuntiva) y sangrado nasal, pudiendo finalizar con la muerte del animal. 

c. Crónico: cuando los caballos sobreviven al cuadro agudo y sobreviene un largo período de recuperación de 5 a 30 días, donde el nivel de virus en sangre y los signos clínicos se resuelven en ese momento cuando sobreviene la presentación crónica, la cual se caracteriza por ciclos de viremia intermitentes y recurrentes acompañados de fiebre, depresión, pérdida de peso y de la condición corporal, ictericia, hemorragias, edema ventral (abdomen hinchado) y anemia. Estos episodios típicamente decrecen en severidad aproximadamente durante un año intercalándose con períodos de normalidad. Durante este periodo algunos caballos pueden sufrir un recrudecimiento de la enfermedad debido condiciones estresantes como: un excesivo trabajo, condiciones ambientales adversas, desarrollo de otras enfermedades o parasitosis, uso de ciertas medicaciones como los corticoides, etc., muchas veces esto puede conducir a la muerte del animal. Así también otros equinos pueden evolucionar a un cuadro subclínico o inaparente. 

d. Subclínico o inaparente: generalmente al año post-infección en aquellos caballos que logran sobrevivir. En esta etapa el caballo luce sano, los signos clínicos no son aparentes por lo que nadie advierte su enfermedad pudiendo el caballo mantenerse en esta condición gran parte de su vida. 

AIE_01.png

Diagnóstico

El diagnóstico de la enfermedad es propiciado siempre por el examen laboratorial, a través del Test de Coggins. La mayoría de los equinos infectados se seroconvierten y son positivos al test de Coggins dentro de los 45 días posteriores a la infección, pero excepcionalmente la seroconversión puede tardar en presentarse 3, 4 o aún 5 meses. Este test posee la ventaja de ser altamente sensible sobre todo en los casos crónicos.

Prevención

Considerando que no existe tratamiento o vacuna preventiva disponible una forma de prevenir la enfermedad es mantener una distancia de 200 metros entre una población equina y otra de situación sanitaria desconocida.

Toma y envío de muestras para diagnósticos

A continuación se muestra un vídeo que describe la técnica de extracción de sangre en equinos (yugular) para el diagnóstico de diversas enfermedades.